nuestra historia

En aquella época ...

 

En el año 1997 decidimos un cambio de vida y viajamos a un país desconocido llamado “Uruguay” Así fue como un día nos despedimos de nuestros queridos hijos y dejamos atrás largos años de trabajo en nuestra confitería y restaurante ubicados en la ciudad de Graubünden.

 

¿Dónde está nuestro predio?

 

Llegados a Uruguay tuvimos que empezar por buscar nuestro terreno, que habíamos comprado un año atrás. La forestación era tan espesa que dificultó encontrarlo. La primera compra en nuestro nuevo destino fue una motosierra para poder abrir camino y luz a nuestro nuevo paraíso. También fue necesario buscar agua potable, por suerte Uruguay posee muy buenas vetas de agua subterránea. La electricidad era provista por un generador que nuestros vecinos y amigos habían traído de Suiza.

 

Un pequeño comentario; aterrizamos en Uruguay sin conocimiento alguno del idioma español y comenzamos con la construcción de nuestro nuevo hogar. La compra del material de construcción se convirtió en un verdadero desafío …

 

Alcanzando nuestros objetivos.

 

La primera casa - un chalet con dos dormitorios, living-comedor y cocina- fue nuestro primer hogar. Entre tanto fuimos conectados a la energía eléctrica y decidimos construir dos bungalows más. Con en total cuatro casitas esperábamos poder conseguir el ingreso necesario, ya que la jubilación estaba aún distante. Así fue como se creó el MONTE SUIZO, lugar en dónde nos sentimos realmente dichosos. Trabajamos en conjunto con el restaurante Pueblo Suizo, propiedad de un matrimonio suizo que junto con su hija y yerno deleitan a nuestros visitantes con una opcional media pensión.

 

Nos vimos motivados además a fundar un resort familiar de este tipo para poder ofrecer a nuestros visitantes sudamericanos la responsabilidad y calidad de un servicio típicamente suizo. Nuestros clientes son mayormente uruguayos, aunque también nos vistan argentinos y brasileros. Que además, con el paso de los años, recibiéramos visitantes regulares desde Suiza, fue algo que jamás osamos soñar. Nuevamente un sueño se hizo realidad, algo que no dejamos de agradecer.